Los niños se divierten más si les ofreces una manualidad que no solo es el hecho de fabricar algo con sus manos, sino que luego le pueda servir para jugar a otra cosa. Por ejemplo, nos ha encantado esta maravillosa ida de cortar flores, corazones y tras formas de foamy y, luego, ponerlas a flotar en una caja con agua y con jabón, fabricando así una especie de tesoro acuático que se asemeja a esos estanques con nenúfares.